Esta semana se celebra el Día Mundial del Sueño. Dormir bien es fundamental para la salud física, mental y emocional. Pero claro, en este blog, nos toca recordar aquello que tiene que ver con la audición: dormir bien y salud auditiva.
Esta demostrado que la falta de sueño puede afectar la capacidad del cerebro para procesar sonidos correctamente, lo que puede llevar a una menor capacidad de concentración y a una percepción auditiva deficiente.
Durante el sueño profundo, el cuerpo repara tejidos y mejora la función celular, lo que también puede beneficiar la salud auditiva. Un mal descanso podría afectar la regeneración y aumentar el riesgo de daño auditivo a largo plazo. Este es sólo uno de los factores que relacionan dormir bien y salud auditiva.
Además, las personas con tinnitus (zumbido en los oídos), experimentan dificultades para dormir, ya que el ruido interno se percibe más fuerte en entornos silenciosos. La falta de sueño puede hacer que el tinnitus sea, incluso, más molesto.
Por otra parte, la apnea del sueño, que causa interrupciones en la respiración durante la noche, se ha relacionado con un mayor riesgo de pérdida auditiva debido a la reducción del flujo sanguíneo al oído interno y al daño en los vasos sanguíneos.
Así, la falta de sueño puede hacer que los oídos sean más sensibles al ruido y aumentar la percepción de tinnitus (zumbido en los oídos) y también puede afectar la forma en que el cerebro procesa los sonidos.
Estas son algunas de las razones por las que conviene dormir bien y salud auditiva tienen mucho que ver. Pero hay muchas más cosas por las que el sueño reparador es bueno para el cuerpo.
Durante el sueño, el cuerpo repara tejidos, produce hormonas esenciales y fortalece el sistema inmunológico. Un descanso insuficiente puede aumentar el riesgo de enfermedades.
El sueño mejora la concentración, el aprendizaje y la memoria. Durante el descanso, el cerebro procesa información y elimina toxinas acumuladas durante el día.
Dormir bien ayuda a manejar el estrés y reduce el riesgo de ansiedad y depresión. La falta de sueño está relacionada con cambios en el estado de ánimo y una mayor irritabilidad.
El sueño insuficiente está vinculado a un mayor riesgo de enfermedades como hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas y obesidad.
Un buen descanso mejora la toma de decisiones, la creatividad y el rendimiento físico y mental. Dormir mal afecta la coordinación y el tiempo de reacción, lo que puede ser peligroso en actividades como la conducción.
Para un descanso de calidad, se recomienda mantener horarios regulares, evitar pantallas antes de dormir y crear un ambiente relajante.
