Músicos y pérdida auditiva

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Músicos y pérdida auditiva
Músicos y pérdida auditiva

Músicos y pérdida auditiva. La sordera es un riesgo grave para músicos y técnicos de sonido, lo atestigua una larga y creciente lista de afectados de nombres archiconocidos. Músicos y técnicos de sonido están sometidos a agresiones acústicas constantes que dejan una huella indeleble y acumulativa en un órgano tan complejo y sensible como es el oído.

En 2016 medio mundo se conmocionó al saber que Brian Johnson, cantante de AC/DC cancelaba su gira porque los médicos le habían alertado que, de seguir así, su pérdida auditiva podría acabar en sordera severa. Roger Daltrey, voz del grupo The Who, a sus 74 años, empezó a recomendar a los asistentes a sus conciertos «ponerse tapones en los oídos» para no acabar como él con graves dificultades de audición, tras una vida subido a los escenarios.

Lars Ulrich, batería de Metállica, o Phill Collins, cantante y batería,  sufren acúfenos, pitidos permanentes en los oídos, que les provocan serios problemas de audición. También guitarristas como Eric Clapton o vocalistas como Anthony Kiedis (Red Hot Chili Peppers) padecen tinnitus. Josele Santiago de Los Enemigos, sufre sordera en un oído, y Chris Martin de Coldplay intenta frenar su pérdida auditiva usando tapones a medida o auriculares de monitorización.

Desde la perspectiva de prevención, es evidente que los músicos y técnicos de sonido, especialmente del mundo pop/rock por los excesos a los que se llega con la amplificación, pertenecen a un colectivo que necesita una vigilancia y sensibilización específicas a la hora de cuidar su salud auditiva. Músicos y pérdida auditiva

Pero los músicos clásicos no están libres de riesgo. Magne Nyvoll Temte, de la Universidad de Oslo, en su tesis “Músicos de orquesta y problemas de audición” apunta que más del 40% de los músicos de orquesta sufren una significativa pérdida de audición y que más del 75% padecen tinnitus y escuchan acúfenos. Ello es debido a la exposición prolongada a niveles que suelen superar los 85 dB.

No podemos olvidar que los daños producidos en la cóclea son acumulativos.  La OMS fija en 65 dB el nivel de ruido aceptable. Estar sometido de manera recurrente a niveles de ruido superiores implica un impacto a largo plazo y sin retorno.

Tocar el violín, fuente pegada al oído, puede suponen estar sometido a 85 dB. A tres metros de un piano tocando forte, los decibelios ascienden a 105 dB y el saxofón forte a 110 dB.

Los oídos de los músicos, que tantísimo placer nos dan, están en grave riesgo de padecer, si no se cuidan, pérdida auditiva severa, acúfenos, hipersensibilidad acústica y vértigo, fatiga auditiva y dolores de cabeza asociados, y otras consecuencias.

Por eso es fundamental la prevención. El uso de protección auditiva como tapones a medida y la revisión periódica de la audición es esencial para preservar la salud auditiva de los profesionales del mundo musical.

Los profesionales de Beltone están siempre a su disposición para cuidar su salud auditiva y ofrecerle las mejores y más innovadoras soluciones en el campo de la audición.

https://www.hispasonic.com/reportajes/prevencion-sordera-musicos-tecnicos-sonido/43600

 

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