Hipoacusia y pantallas: ¿realidad o mito?

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Hipoacusia y pantallas: ¿realidad o mito?
Hipoacusia y pantallas: ¿realidad o mito?

Vivimos rodeados de pantallas: móviles, tabletas, ordenadores, televisores… y muchas veces surge dudas legítimas. ¿Puede este entorno tan digital dañar nuestra audición? ¿Existe realmente una relación entre hipoacusia y pantallas o es sólo un mito moderno? En este post arrojamos un poco más de luz, o mejor dicho, de audio, sobre este tema.

Empezamos por lo básico. Te recordamos que la hipoacusia es la pérdida parcial de la capacidad auditiva. Puede ser leve, moderada, severa o profunda, y afectar a uno o ambos oídos. A menudo, se desarrolla de forma progresiva y sin síntomas evidentes en las primeras fases. Por eso te recordamos algunos síntomas de los que hemos hablado anteriormente en este blog

Hay muchas causas posibles: genéticas, infecciones, traumatismos, exposición a ruidos intensos o envejecimiento. En otras ocasiones hemos hablado de tipos de hipoacusia, según sus causas, grados de pérdida y momento en el que se origina. Pero en los últimos años ha surgido una nueva preocupación: la relación entre hipoacusia y pantallas. ¿realidad? ¿mito?

¿Las pantallas causan hipoacusia? La respuesta es no. Las pantallas en sí mismas —ya sea la del móvil, ordenador o televisor— no emiten sonidos ni radiaciones que dañen directamente el sistema auditivo.

Sin embargo, el debate sobre hipoacusia y pantallas no parte del daño directo, sino del uso que hacemos de ellas, especialmente cuando implican sonido, que es en la mayoría de las ocasiones.

Cuando hablamos de hipoacusia y pantallas, el riesgo real aparece con el uso de auriculares: música, vídeos, películas, videojuegos, videollamadas… Escuchamos durante horas, muchas veces a un volumen demasiado alto.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.100 millones de jóvenes en todo el mundo están en riesgo de pérdida auditiva por el uso inseguro de dispositivos de audio personales. Es decir, no por las pantallas en sí, sino por cómo se combinan con hábitos de escucha poco saludables.

El vínculo entre hipoacusia y pantallas no se limita al oído físico. El uso excesivo de pantallas puede provocar fatiga mental y sensorial, dificultando que el cerebro procese correctamente los sonidos, especialmente en entornos ruidosos.

Esto no se considera hipoacusia clínica, pero sí puede generar una sensación subjetiva de dificultad auditiva, como si costara más entender lo que se escucha, aunque el oído esté sano.

Aunque las pantallas no provocan hipoacusia directamente, el mal uso de dispositivos de audio sí puede hacerlo. Aquí te recordamos algunas recomendaciones para prevenir riesgos asociados a la combinación de hipoacusia y pantallas:

  • Regla 60/60: volumen al 60% máximo, durante no más de 60 minutos seguidos.
  • Haz pausas auditivas regularmente.
  • Usa auriculares con cancelación de ruido o de tipo externo.
  • No utilices auriculares mientras duermes.
  • Supervisa el tiempo y forma en que los niños usan auriculares frente a pantallas.
  • Acude a un especialista si notas zumbidos, fatiga auditiva o dificultades para entender el habla.

Hipoacusia y pantallas no están directamente relacionadas, pero su combinación puede favorecer hábitos que sí afectan a la audición. Las pantallas no dañan el oído por sí solas, pero el uso prolongado de auriculares a alto volumen, sin descansos, sí puede tener consecuencias irreversibles.

En Beltone, queremos ayudarte a cuidar tu audición en un mundo cada vez más digital. Porque oír bien hoy… es ver el futuro con claridad.

 

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