Ruido y salud auditiva: dos parámetros íntimamente relacionados

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Ruido y salud auditiva. Lo que era solo una sospecha ha sido ratificado por la ciencia. El ruido es el principal motivo del aumento de la sordera en edades cada vez más tempranas. Seis de cada diez españoles están expuestos todo el día a niveles de ruido potencialmente peligrosos, pero la sociedad todavía no ha tomado conciencia de la gravedad que supone para la salud.

Ruido y salud auditiva. Iván Domènech, especialista del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Dexeus Quirón Salud de Barcelona, advierte al respecto que “ni siquiera somos conscientes, la mayor parte del tiempo, del nivel de ruido que existe a nuestro alrededor”.

El tráfico de las grandes ciudades es una de las grandes fuentes del nivel de ruido que tenemos que soportar a diario. La contaminación acústica provocada por el ruido continuado del paso de vehículos puede producir estrés, irritabilidad, fatiga, afecciones digestivas, dolores de cabeza, problemas cardiacos y una pérdida auditiva.

El 72% de los españoles consideran que viven en una población ruidosa y si se les pregunta cuál es el ruido que más les molesta, un 33% contesta que el del tráfico. Exponerse a un ruido con una intensidad superior a 65 decibelios ya se considera peligroso por la Organización Mundial de la Salud, pero soportar un ruido por encima de 70 decibelios puede provocar daños en el oído, que pueden ser irreversibles si la exposición es continuada.

Por todo ello los expertos consideran que, en la medida de lo posible, hay que evitar el ruido del tráfico. A la hora de elegir una vivienda o un trabajo, conviene tener en cuenta la exposición que vamos a tener al ruido de los motores, los sonidos del claxon o las sirenas de los servicios de emergencia.

Si no podemos elegir nuestra presencia en un lugar ruidoso, podemos intentar paliar el daño. La utilización de tapones para los oídos, por ejemplo, puede ser una buena solución para determinados momentos, como el descanso nocturno.