La sordera en cifras. Como todos los años, la última semana de septiembre sirvió para que todas la comunidades sordas del mundo analizasen juntas los avances que se han producido en investigación, prevención y tratamiento de las personas que padecen deficiencias auditivas.
La sordera en cifras. En España se celebró el pasado 30 de septiembre. Significó una reivindicación de un colectivo que siempre reclama más reconocimiento y ayudas. Cada vez va ganando presencia en la sociedad.
Para analizar la situación conviene recordar unos datos. La sordera en cifras:
- La sordera afecta a más del 5% de la población mundial, es decir, a 360 millones de personas en todo el mundo. 32 millones son niños, según datos de la OMS. En España las personas que padecen algún grado de hipoacusia se acerca al millón.
- En España, la sordera afecta a más de un millón de personas (de las que casi el 72% tienen más de 65 años) y entre uno y cinco recién nacidos de cada mil nacen con algún tipo de sordera, según el INE.
- El 98% de las personas sordas en España utiliza la lengua oral para comunicarse.
- 13.300 personas emplean la lengua de signos.
- El 8% de la población en España posee problemas auditivos de distinto tipo y grado.
- Una de cada mil personas de la población general adquiere la sordera a lo largo de su vida.
- Casi 2.500 nuevas familias cuentan con un hijo sordo cada año.
- Más del 97% de los niños sordos nacen en familias con padres y madres oyentes.
Desde la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas) recuerdan que todavía existen prejuicios contra un colectivo tan grande. No disfrutan de la misma cantidad de oportunidades y todavía se comercializan dispositivos no aptos para sordos. La Ley de Lengua de Signos, que este año cumple una década desde su ejecución, regula estos derechos pero todavía no se cumple al completo, sobre todo porque existe demasiada diferencia entre su uso en las distintas comunidades, sobre todo en temas como Educación y Sanidad.
La sordera en cifras. La solución, como siempre, reside en la educación y la cultura. Todos los sordos deben tener acceso a la enseñanza de lengua de signos y deben poder contar con todo tipo de facilidades para su práctica. El increíblemente escaso número de salas de cine con opción a películas subtituladas es un claro ejemplo de estas deficiencias. Como ya hemos señalado en estas páginas, los audífonos y su cada vez más desarrollada tecnología mitigan este peligro a acercarse demasiado a la soledad y al distanciamiento.
En el centenario de su nacimiento, bien vale recordar a Gloria Fuertes, la mujer con la que muchos empezamos a conocer la poesía: “Soy serpiente, no te molestes, soy sorda, pero me muevo para los lados porque tú te mueves, sigue, tú eres un encanto, ¡me encantas! Sigue conmigo y dejaré de estar sola”.
Óscar Cabrera
