Implicaciones de la deficiencia auditiva leve, moderada y severa

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Las implicaciones de la deficiencia auditiva leve, moderada y severa, según el Programa de Detección Precoz de la Sordera Infantil, las deficiencias auditivas en un niño siempre vienen acompañadas de algún tipo de consecuencias, pero no serán las mismas si el niño sufre una deficiencia leve, que si es moderada o severa. Conocerlas es abrir la posibilidad de ponerse manos a la obra para trabajar con el menor lo antes posible.

Las implicaciones de la deficiencia auditiva leve se centran, en múltiples ocasiones, en el lenguaje del niño y su forma de aprender y comunicarse. Aunque en muchos casos la deficiencia auditiva es transitoria, como consecuencia de un proceso infeccioso, en otras ocasiones afecta al lenguaje de niño, apreciándose ligeras alteraciones fonéticas. El menor presentará dificultad para percibir la voz baja o los sonidos lejanos de baja intensidad, y esto puede convertirle en un alumno disperso y con baja atención.

En cambio, las implicaciones de la deficiencia auditiva moderada son más numerosas. En cuestiones de lenguaje, los menores pueden desarrollar un vocabulario empobrecido, como consecuencia de los problemas de articulación y de movilidad del paladar, lo que puede suponer una nasalización excesiva y una intensidad de voz inestable.

Esto podría venir acompañado de alteraciones fonéticas, prosódicas y de la síntesis, lo que puede derivar en problemas de aislamiento social y dificultades comunicativas y del seguimiento del currículum. En muchas ocasiones, los niños sufren de retrasos en el aprendizaje y en el dominio de la lectoescritura.

Si la deficiencia es severa podría tener implicaciones en el ritmo articulatorio, en la comprensión y expresión del lenguaje oral, así como en la capacidad de estructurar adecuadamente el lenguaje oral y escrito. El niño percibe únicamente sonidos intensos, con dificultad en las frecuencias altas, y en muchas ocasiones es necesario utilizar la lectura labial para compensar la dificultad comprensiva. En estos casos, es necesaria una adecuada adaptación protésica, y solucionar los problemas de aislamiento e interacción social que puedan aparecer.