Protege tus oídos ante la llegada del frío

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Con la llegada de los primeros fríos, los oídos se encuentran expuestos a las bajas temperaturas y son más propensos a infecciones, por lo que en estos meses debemos extremar su cuidado.

Los ambientes cerrados y mal ventilados disminuyen la calidad del aire, lo que provoca la circulación de una mayor cantidad de virus. Como los oídos están comunicados con la boca y la nariz, cualquier posible infección de las vías respiratorias puede desembocar en una otitis, que es una inflamación del oído.

La población más propensa a padecer problemas de oído durante el invierno son los niños menores de cinco años, puesto que son el colectivo más vulnerable a cuadros virales del tracto respiratorio. Es por ello que muchos niños que sufren cuadros nasales o faríngeos también se suelen quejar de dolor de oídos.

Para evitar una otitis en estos meses invernales lo más eficaz es evitar la entrada de aire frío a la nariz y la boca, ya que son los conductos de entrada más habituales de los gérmenes. Proteger los oídos con un gorro o unas orejeras, pese a la creencia popular, no evitará que tengamos una otitis.

Otra recomendación, especialmente si tenemos niños, pasa por evitar los cambios bruscos de temperatura y la estancia prolongada en los pasillos donde se exponen los alimentos refrigerados en los supermercados. También es conveniente ventilar bien la casa, especialmente las habitaciones donde pasamos más horas, como los dormitorios o el salón.

Los lugares con una gran concentración de personas, como los centros comerciales o las salas de espera de los hospitales no son los lugares más recomendables para los niños. Asimismo, intentaremos evitar que los menores entren en contacto con personas que presenten cuadros virales.

Por último, limpiar los oídos con un elemento punzante o los típicos bastoncillos de algodón no es una buena opción, ya que, además de producir heridas, o incluso la perforación del tímpano, además de aplastar el cerumen y formar un tapón. El oído sigue un proceso natural de limpieza que hay que respetar y, en caso de duda, se debe consultar a un profesional médico.