Posibles repercusiones de la pérdida de audición en niños

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Se acerca la vuelta al cole, y en este blog nos toca hablar de audición. En un par de post, en estas semanas, vamos a hablar de la pérdida de audición en niños, y de algunos consejos importantes a tener en cuenta en este sentido.

Por eso es importante que los niños completen revisiones para descartar problemas que puedan perjudicarles durante el curso. La audición no debe dejarse a un lado, ya que es un sentido clave: cualquier deficiencia o dificultad en la escucha puede producir problemas de aprendizaje, como así también de dicción.

El ser humano percibe el mundo que lo rodea sirviéndose de las experiencias sensoriales. De todos los sentidos, es fundamentalmente el del oído el que facilita la comunicación y promueve la interacción social, lo que nos permite establecer relaciones, participar en las actividades cotidianas, ser alertados de un peligro, y percatarnos de nuestras vivencias.

Alrededor de 360 millones de personas (el 5% de la población mundial) presentan pérdidas de audición que se pueden considerar como discapacitantes. Y cerca de 32 millones son niños.

En la edad infantil, la audición es esencial para aprender a hablar, obtener buenos resultados escolares y participar en la vida social. Por lo tanto, los niños que tienen pérdida de audición se encuentran ante un obstáculo formidable ante la necesidad de completar su educación e integrarse socialmente. Por eso, es fundamental que la pérdida de audición se diagnostique cuanto antes.  De ahí la importancia, por ejemplo, de acciones como el cribado neonatal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que alrededor del 60% de las pérdidas de audición en la niñez se podrían evitar con medidas de prevención.

En todo caso, cuando la pérdida auditiva es inevitable, son necesarias acciones que ayuden a los niños a llegar hasta la plenitud de sus potencialidades recurriendo a la rehabilitación, la educación y la potenciación.

En todo caso, son necesarias acciones en ambos aspectos, tanto en la prevención para evitar las pérdidas, como en la rehabilitación de las inevitables. De lo contrario, se producen una serie de efectos negativos.

Las repercusiones  de la pérdida  de audición en los niños

La repercusión más evidente de la pérdida de audición en la niñez tiene que ver con la adquisición del lenguaje, pero el trastorno también afecta al aprendizaje en su conjunto y al desarrollo de aptitudes y actitudes sociales, incluida la autoestima.

La pérdida de audición no tratada a menudo se acompaña de un rendimiento académico deficiente, que puede desembocar en un peor rendimiento profesional y, más adelante, en una merma de las posibilidades de obtener empleo o empleo de calidad.

Los problemas de comunicación pueden provocar en los niños un sentimiento de ira, estrés y soledad, y consecuencias emocionales y psicológicas perdurables que pueden afectar profundamente al conjunto de la familia. En los entornos de bajos recursos, donde los niños están de por sí más expuestos a sufrir lesiones, la pérdida de audición puede poner a los niños en situaciones de riesgo, por la disminución de la atención que conlleva.

Factores a tener en cuenta en las futuras repercusiones de la pérdida auditiva

Uno de los más importantes es la Edad de aparición. Los primeros años de vida son los idóneos para la adquisición del habla y el lenguaje. El impacto de la pérdida auditiva es máximo en aquellos que nacen con ella o la sufren poco después del nacimiento.

Lógicamente, también influye el grado de la pérdida de audición en niños. Puede ser desde leve (26 a 40 dBs) hasta profundo (más de 81 dBs). Cuanto mayor sea la gravedad, mayor será el impacto.

Cuanto antes se detecte la pérdida de audición en niños y se proporcionen servicios de apoyo, tanto mayores serán las posibilidades de que el niño adquiera el lenguaje hablado. Por lo tanto, es crucial la edad de detección e intervención.  El Joint Committee on Infant Hearing recomienda que todos los niños con pérdida de audición hayan sido objeto de una intervención a los seis meses de edad. La detección precoz y la intervención propician también una importante disminución del aumento de los costos de enseñanza que supone la pérdida de audición, y mejoran la capacidad de  encontrar empleos de calidad a los niños que sufren pérdidas auditivas.

El entorno general de la vida de un niño con pérdida de audición, incluido el acceso a los servicios, influye significativamente en su desarrollo. Los niños con pérdida de audición que tienen acceso a tecnologías tales como los audífonos, los implantes cocleares, la lengua de signos y una educación especial pueden participar de igual manera que sus compañeros normoyentes. El apoyo de los padres y la familia facilita la integración social de los niños con pérdida de audición.

En todo caso, recuerda que los profesionales de Beltone están siempre a tu disposición para revisar tu audición y velar por tu salud auditiva con las mejores herramientas de diagnósticos y te ofrecen la más avanzadas soluciones para los problemas de audición, también en lo referente a audiología pediátrica.

Fuente OMS.

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