oídos y otoño: consejos para cuidar la audición

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Oídos y otoño: consejos para cuidar la audición. El otoño es una época que incita a pasear por la naturaleza. Su variedad cromática es infinita. Los paisajes se ponen de gala tras el verano, la hoja se cae y llegan las lluvias. Un contexto único para disfrutar del senderismo y conocer más a fondo nuestros bosques. Sobre todo, aquellos que ofrecen unas estampas más coloristas. Pero hay que proteger la audición.

Sin embargo, durante esta estación, la salud auditiva también se puede ver afectada. Las dolencias que sufren los oídos se intensifican, debido a los cambios bruscos de temperatura o al incremento de la humedad, con la llegada de las lluvias. Incluso, la aparición de los vientos también puede afectar al bienestar de nuestra audición. Oídos y otoño.

De hecho, estos condicionamientos meteorológicos estimulan –en muchas ocasiones– la contracción de enfermedades víricas y constipados, que pueden afectar negativamente a los oídos. Unas dolencias que, en sus casos más pronunciados y graves, llegan a suponer pérdidas de capacidad de escucha, tanto temporales como más prolongadas.

Estas gripes y resfriados, además, estimulan la generación –por parte del sistema respiratorio– de una gran cantidad de mucosidad, que se acumula en los oídos y perjudica a las Trompas de Eustaquio, generando su inflamación. Esta estructura anatómica –las trompas– se extiende a lo largo de 3,5 y 4 centímetros, desde la caja del tímpano hasta la región rinofaringe. Su función es controlar la presión dentro del oído medio y ventilar adecuadamente en la misma zona.

Si la presión no está equilibrada, el tímpano no transmite las ondas sonoras de manera eficiente a través de la cadena de huesecillos, hasta el nervio acústico. Por ello, que esta parte del cuerpo se encuentre en buenas condiciones –sin exceso de mucosidad y carente de inflamación– es fundamental para conseguir una audición de calidad.

Pero si, finalmente, se producen las referidas afecciones, se comenzará a notar una sensación de taponamiento de oídos, que se deberá solucionar. Justo en ese momento, se ha de ir al especialista –el otorrinolaringólogo– para que determine la mejor estrategia para expulsar la mucosidad y evitar la inflación. Así, se prevendrían otras dolencias auditivas más graves, como la otitis.

Empero, si esta situación no se aborda a tiempo, se acabará sufriendo esta otitis–media. Un cuadro que se manifiesta con diferentes síntomas, como malestar general, dolor intenso de oídos, sensación de taponamiento o fiebre, en los casos más graves. En estos casos, se administra un tratamiento con antibióticos por vía oral, que ataca las causas de la enfermedad y la elimina. Oídos y otoño.

Hay que tener especial atención a los niños, que son los que más suelen sufrir esta inflamación auricular, aunque los adultos también padecen. Y si no se toman los cuidados pertinentes, la sobreexposición a las condiciones meteorológicas otoñales –siempre, en los casos más graves– podría derivar en hipoacusia, nombre técnico de la pérdida auditiva. Por ello, y en primer lugar, es fundamental seguir –a pies juntillas– los consejos de los especialistas.

No obstante, también queremos proponer una serie de recomendaciones, para evitar los problemas auditivos más comunes durante el otoño:

  • Lavado frecuente de manos: Se ha realizado esta propuesta en muchas ocasiones de la pandemia de la COVID–19, pero –hasta la fecha– es uno de los consejos higienistas más relevantes y fáciles para llevar a cabo. Con limpieza, se evita la presencia de los virus que propician la otitis y otras dolencias.
  • Mantener la higiene de los oídos: En la misma línea, y con el fin de evitar gérmenes, se han de tomar fáciles medidas, como la extracción del cerumen o un correcto secado del aparato auditivo tras la ducha. E, incluso, es positivo evitar objetos que puedan introducir suciedad extra a este espacio, como los bastoncillos.
  • Proteger los oídos contra la sobreexposición a la humedad otoñal, llevando gorros con orejeras: La existencia de agua en suspensión en la atmósfera se constituye como una de las causas de las dolencias auditivas otoñales, por lo que se ha de proteger el aparato auditivo de esta realidad.
  • Evitar zonas con fuertes vientos: Durante el otoño, suelen volver los movimientos de aires asociados a determinados fenómenos meteorológicos. Por ello, se recomienda evitar aquellas zonas más ventosas.
  • Mantener una temperatura constante en los oídos: Con este objetivo, se ha de tapar nariz y boca, sobre todo al salir o entrar de cualquier lugar cerrado. Al bajar las temperaturas ambientales, muchas viviendas y negocios ponen la calefacción, existiendo un relevante gradiente término entre dentro y fuera. En este contexto, se han de proteger las zonas de la cabeza más sensible.
  • Realizar lavados con solución salina del aparato nasal: Sólo en caso de que se note un incremento de la mucosidad, que pueda afectar a las Trompas de Eustaquio.
  • Reducción del consumo de tabaco: Todos los expertos enfatizan que fumar estimula la generación de mucosidad, justo lo que hay que evitar en otoño, ya que –como se ha visto– catarros o gripes también estimulan la producción de mocos. Una circunstancia que puede ser negativa para los oídos.

Los profesionales de Beltone están siempre a su disposición para cuidar de su salud auditiva con las mejores herramientas de diagnóstico y ofreciendo las más avanzadas soluciones para los problemas de audición.

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