En sus conciertos, la banda alemana incorpora una intérprete de lenguaje de signos, Laura Schwengber.
Beethoven (1770-1827), por supuesto, pero también los ingleses Ralph Vaughan Williams (1872-1958) y William Boyce (1711-1779) y el francés Gabriel Fauré (1845-1924). Todos fueron extraordinarios compositores que padecieron sordera total o parcial en algún momento de sus prolíficas vidas. La música y la pérdida de audición son, en principio, términos mal avenidos pero no necesariamente enemistados para siempre. Los discapacitados auditivos pueden sentir la música, captar las vibraciones sonoras con la misma parte del cerebro que los demás emplean para oírla de forma convencional. El cerebro es un órgano increíblemente adaptable que minimiza todo lo posible “defectos de fábrica” o procesos ocasionados por diversas enfermedades.
No obstante, los sordos también tienen que enfrentarse a dificultades en los que su capacidad de superación poco puede hacer. Un concierto en vivo de un grupo u orquesta sinfónica puede significar una barrera difícilmente franqueable. Por eso, reconfortan noticias como esta: la banda de rock Keimzeit, originaria de Postdam, Alemania, está incorporando a sus directos a una intérprete de lenguaje de signos, Laura Schwengber, para que sus fans con discapacidad auditiva también puedan disfrutar de sus canciones, letra incluida. Aunque era una idea que ya les rondaba la cabeza, un mensaje de una admiradora sorda les terminó de convencer. Pero no fue una decisión fácil, según relatan ellos mismos: “los dueños de los locales no siempre están dispuestos a colaborar, alegan que una persona ajena al grupo distrae al público, a nosotros, e incluso que un concierto nuestro se transformaría en un evento solo apto para discapacitados”.
Pero, por supuesto, no pasó nada y Laura Schwengber continúa con su labor que ella resume con un sencillo “dejar que la música llegue a todos”. Colabora para una web (N-Joy) en la que traduce canciones y vídeos musicales y sigue acompañando a grupos en sus conciertos. El próximo es el 28 de marzo junto al grupo Fools Garden y la Orquesta Babelsberg dirigida por Scott Lawton, en Postdam. Larga vida al rock and roll… para todos.
Óscar Cabrera
