El oído de las plantas

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¿Pueden oír las plantas?
¿Pueden oír las plantas?

El oído de las plantas. Con la llegada de la primavera la vida despierta después del largo invierno, y los amantes de las plantas arreglan sus macetas y jardines, e incluso hay quienes les hablan, cantan o ponen música para estimular su crecimiento, pero, ¿tienen oído las plantas?  ¿Realmente pueden escucharnos? Recientes investigaciones indican que algunos vegetales pueden percibir sonidos, como el gorgotero del agua a través de una tubería o el zumbido de un insecto.

Un grupo de investigación de biología evolutiva perteneciente a la Universidad de Australia Occidental comprobó que poniendo plántulas de guisante en frascos con forma de “Y” invertida. Cuando uno de los brazos se apoyaba en tierra seca y el otro sobre una bandeja con agua o junto a un tubo por el que circulaba este elemento, las raíces crecían hacia el brazo del agua, tanto si esta era fácilmente accesible como si circulaba oculta por el tubo. “Las plantas sabían que el agua estaba allí, aunque lo único que podían percibir era el rumor a su paso por la tubería”, afirmaba Mónica Gagliano, directora de la investigación. El oído de las plantas.

Sin embargo, cuando se apoyaron las patas del recipiente, en el que se encontraban las plántulas, una sobre un tubo con agua corriente y otra sobre tierra húmeda, las raíces crecían hacia la segunda opción. Por ella Gagliano plantea la hipótesis de que al igual que las células ciliadas del oído humano perciben las vibraciones que entran por el canal auditivo, las plantas se sirven de las ondas sonoras para detectar el agua en la distancia, mientras que siguen el gradiente de humedad para alcanzar su objetivo.

Esta investigación no es la primera en sugerir que los vegetales detectan e interpretan los sonidos. Un estudio, en 2014, mostró que determinadas plantas distinguen el sonido causado por la masticación de una oruga y las vibraciones del viento.

«Tendemos a subestimar a las plantas porque nuestros sentidos no perciben sus respuestas. Pero las hojas han resultado ser unos detectores de vibraciones sumamente sensibles», aseguraba la investigadora principal del estudio, Heidi M. Appel, ambientóloga en la Universidad de Toledo en EE.UU. Su estudio demostró cómo la crucífera Arabidosis segregaba más toxinas tras «escuchar» la grabación de los insectos comiendo.

Otra muestra de la capacidad auditiva de las plantas la aporta el fenómeno de la «polinización por zumbido», en la que cierta frecuencia del sonido del vuelo estimula la liberación del polen. Lilach Hadany y Yossi Yovel Sands, científicos de la Universidad de Tel Avih, han demostrado que algunas plantas pueden percibir los sonidos de los polinizadores, respondiendo a los mismos con la fabricación de néctar.

Las pruebas de este estudio se hicieron tanto en laboratorio como al aire libre. Se tomaron 650 flores de prímula y se analizaron sus niveles de producción de néctar, observando su reacción ante tres frecuencias distintas (altas, medias y bajas), ante la grabación del zumbido de una abeja y ante el silencio. Las plantas reaccionaron a los movimientos de las alas de una abeja aumentando la concentración de azúcar en su néctar, aproximadamente en un 20%.

De sus resultados dedujeron que “las orejas de las plantas son las flores”. Para probarlo, usaron láseres que permitieron observar como los pétalos de la prímula vibran cuando son golpeados por el sonido que hacen las abejas. Cuando cubrían las flores con frascos de vidrio, las vibraciones no se propagaban y el néctar nunca se endulzaba. La flor actúa como los pliegues carnosos del oído externo humano, canalizando el sonido hacia la planta.

Además, descubrieron que las plantas emiten sonidos ultrasónicos. El equipo de investigadores colocó plantas de tabaco y tomate dentro de cajas insonorizadas, frente a micrófonos sensibles. El experimento demostró que las plantas emitían sonidos ultrasónicos cortos, de un volumen de sesenta decibelios, perceptibles para polillas y murciélagos.

Estas investigaciones plantean dudas sobre si la contaminación acústica podría afectar a la flora. Así que, la próxima vez que ponga en marcha el cortacésped o el sopla-hojas en su jardín, además de proteger sus propios oídos del ruido, procure no molestar demasiado a sus plantas.

https://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/la-red-de-la-memoria-712/pueden-or-las-plantas-15538

https://ecoinventos.com/cientificos-descubren-que-las-plantas-son-capaces-de-oir/

 

 

 

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