Mucho tiempo antes de comenzar la ceremonia de los Oscar, las apuestas acerca de quién se llevaría la estatuilla a la Mejor Película ya estaban por todo lo alto. Este año había una gran competencia, con películas como El poder del perro, que con 12 candidaturas y tras haber arrasado en los Globos de Oro era considerada la gran favorita. Y sin embargo, CODA, una comedia dramática sobre una adolescente oyente que es hija de padres sordos, dio la sorpresa al recibir el Oscar a la Mejor Película de 2022.
Dirigida por Sian Heder, CODA es una película en la que la audición siempre se muestra en primer término. Esta producción internacional es una adaptación americana de la deliciosa película francesa La familia Bélier, dirigida por Éric Lartigau en 2014.
En enero de 2021, CODA se estrenaba en el Festival de Cine de Sundance y desde entonces no ha dejado de conquistar corazones, tanto en las salas como a través de la plataforma de streaming Apple TV, donde se estrenó con gran éxito en agosto de ese mismo año.
Es difícil resistirse a la historia de Ruby, protagonizada por la actriz Emilia Jones, quien al ser la única persona oyente de su entorno cercano, ayuda a sus padres y hermano en el negocio familiar de pesca. En el instituto, Ruby descubre su pasión por el canto y el director del coro donde está inscrita le anima a estudiar música en el prestigioso Berklee College of Music de Boston. La adolescente tendrá que elegir entre perseguir su sueño o quedarse al lado de su familia y seguir ayudándoles.
Tanto crítica como público han encumbrado a CODA como una de las mejores películas de los últimos tiempos. Su excelente elenco y la particularidad de la historia que cuenta, alejada explícitamente de especificaciones en forma de audífonos, audiogramas o audiometrías, la hacen universal y fácilmente comprensible para todo tipo de público, que se muestra sensible ante las dificultades del colectivo de personas con problemas auditivos.
Cuando CODA fue nombrada Mejor Película en la ceremonia de los Oscar, los actores de Hollywood agitaron sus manos en vez de aplaudir, en reconocimiento a la comunidad sorda y demostrando que el mundo con dificultades auditivas cada vez grita más alto.
