El último viernes de junio la fundación t-oigo reunió en Madrid a un grupo de sus familias para compartir una tarde de experiencias, consejos e información de forma personalizada.
Adolescentes y conectividad. Desde que su fundadora, Dale Sindell, fue invitada a asistir en Nueva York al curso de accesibilidad que protagonizó la empresa Apple, no cejó en su empeño de traer y ampliar el contenido para las familias de t-oigo. Quería que conocieran de primera mano, las opciones que tienen con sus implantes o audífonos con la llegada del 5G. Esta nueva tecnología abre multitud de posibilidades a la comunidad hipoacúsica, y sobre todo para la generación de adolescentes que, con trabajo y esfuerzo, no tiene límites.
Adolescentes y conectividad. La jornada comenzó con varias entrevistas de TVE con la idea de educar al público sobre las necesidades de nuestros jóvenes. Mientras los padres iban intercambiando impresiones, los jóvenes se dividieron en dos grupos por edades para hacer juegos y romper así el hielo. También tomaron un desayuno 100% americano que preparó Dale. Una vez perdieron el miedo, los adolescentes junto al equipo de t-oigo, empezaron a jugar con un gigantesco balón al ‘Fútbol al Revés’, utilizando únicamente las manos, y chicos contra chicas.
Los millennials hipoacúsicos tienen nuevas necesidades, y también nuevas oportunidades de conectividad. La tecnología les da hoy una oportunidad para mejorar sus habilidades, destrezas y capacidades cognitivas, afectivas y sociales. Esta circunstancia tendrá un reflejo en su adaptación al medio actual. Es necesario conocer la conectividad que nos ofrecen los nuevos dispositivos de 5G, tecnología que ya están disponible o está por venir. Gracias a la inestimable colaboración de Guillermina Achleitner (audióloga experta de RV Alfa), invitamos a dos brillantes ponentes como fueron Laura Girón (audióloga y protesista de la Clínica Universitaria de Navarra en Pamploa) y Manuel Yuste (Beltone) para profundizar en estos temas. Laura explicó la llegada del 5G. Manuel mostró ejemplos cercanos sobre qué hacer con esa nueva tecnología, de forma divertida y muy visual.
Pero lo mejor llegó en el reparto por grupos donde los tres expertos hicieron un estudio personalizado a cada uno y resolvieron sus dudas de forma cariñosa y desinteresada. Para terminar, Hugo del Castillo, de 12 años de edad, nos hizo una exhibición con su moto de competición donde dejó bien a las claras que esta generación no tiene límites a pesar de su pérdida auditiva.
