Discriminación por discapacidad auditiva. Pasos a seguir cuando te sientas discriminado por tu discapacidad auditiva. Aunque se ha avanzado considerablemente en cuanto al trato igualitario con respecto a las personas con discapacidad auditiva, todavía se producen situaciones en las que se da algún tipo de discriminación.
Discriminación por discapacidad auditiva. La discriminación sucede cuando, en una situación determinada, a una persona sorda o que usa una lengua de signos se le trata peor que al resto. Si esta circunstancia sucede, conviene seguir ciertos pasos para que el hecho no quede impune.
En primer lugar hay que identificar claramente la actuación que supone un trato desigual e informarse de las normas que podrían estarse incumpliendo. Estas normas pueden ser tanto a nivel internacional, como estatal o autonómico, lo que implica desde el incumplimiento de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Capacidad aprobado el 13 de diciembre de 2006, a un incumplimiento de la Constitución española de 1978, o bien de cualquiera de las leyes aprobadas a nivel regional que promueven la autonomía, la igualdad de oportunidades y la integración social y laboral de las personas con discapacidad.
Asimismo, existen leyes específicas, como las leyes de accesibilidad, que contienen obligaciones que deben cumplir tanto las Administraciones Públicas, como las empresas o particulares. Incumplir esta normativa también puede considerarse un acto de discriminación.
El siguiente paso es usar aquellas herramientas que tienes a tu disposición. Para ello, en primer lugar debes intentar solucionar el problema con la persona responsable, y presentar quejas por escrito con tu nombre y datos. Intenta ser breve en la exposición de los hechos y pide que te contesten por escrito, guardando siempre toda la documentación que recibas, pues puede servirte para presentar otras reclamaciones ante la Administración o las denuncias correspondientes en los juzgados. También encontrarás recursos públicos gratuitos para presentar quejas y denuncias, como la web de atención al ciudadano del Ministerio de Justicia.
Si no consigues una respuesta clara por estas vías puedes buscar la ayuda de movimientos asociativos y crear opinión pública dando a conocer las conductas a denunciar, lo que servirá para prevenir futuras discriminaciones y obtener el apoyo social que puede ayudarte a solucionar el caso. Acudir a los medios de comunicación o a las redes sociales, o escribir a parlamentarios para dar a conocer la situación que has vivido puede convertirse en un último y efectivo recurso. Por último, se recomienda ser persistente y hacer un seguimiento del proceso.