Con este calor, a la mínima ocasión, nos ponemos en remojo. Un clásico, al salir del agua es hacerlo con los oídos taponados. Te resumimos aquí unos trucos para quitarse el agua de los oídos, de formar segura.
Hacerlo, puede ser incómodo; no hacerlo es molesto, pero además, puede provocar infecciones.
En primer lugar podemos decir que la gravedad está de nuestro lado. Uno de los métodos que mejor suele funcionar es el de inclinar la cabeza hacia el lado afectado, de modo que el oído quede paralelo al suelo. En ese momento, tira del lóbulo de la oreja para abrir el canal auditivo y permitir que el agua salga.
Otra de las estrategias que también suele funcionar es el movimiento de la mandíbula hacia ambos lados, simulando la acción de masticar. Mientras lo haces, inclina la cabeza hacia el lado afectado y tira suavemente del lóbulo de la oreja.
Otra de las soluciones más comunes es el método del vacío. Para llevarlo a cabo basta con colocar la palma de la mano, con contundencia, sobre el oído afectado y presiónala hacia adentro. Para que funcione, debes retirar la mano rápidamente, creando un vacío que puede ayudar a sacar el agua.
También puedes usar un Secador de Pelo, siempre en la configuración más baja y mantenerlo a una distancia segura del oído, de aproximadamente 30 centímetros. Mueve el secador alrededor del oído y tira del lóbulo para abrir el canal auditivo.
Otro eficaz método casero consiste en mezclar partes iguales de alcohol y vinagre blanco. Después hay que colocar de 3 a 4 gotas en el oído afectado usando un gotero, esperar unos 30 segundos y luego inclinar la cabeza para drenar la solución.
La maniobra de Valsalva consiste en respirar profundamente, cerrar la boca y tapar la nariz, para después soplar suavemente por la nariz mientras se mantiene la boca cerrada y la nariz tapada. Esto puede ayudar a abrir las trompas de Eustaquio y liberar el agua atrapada.
También se pueden introducir tres o cuatro gotas de agua oxigenada al 3% en el oído afectado y luego esperar unos minutos antes de inclinar la cabeza para drenar el líquido.
Si el agua no sale después de intentar estos métodos para quitarse el agua de los oídos, o si experimentas dolor, pérdida de audición o signos de infección (enrojecimiento, secreción, fiebre), consulta a un médico.
Como ya hemos recordado en muchas ocasiones en este blog, recuerda siempre ser cuidadoso y no insertar objetos en el oído, como hisopos de algodón, ya que pueden empujar el agua más profundamente o dañar el oído.
