Oído y conducción. Parece que cuando cogemos el volante, el único sentido necesario es el de la vista. Una pequeña reflexión nos hace darnos cuenta de que se conduce con los cinco sentidos, y que, quizá tras la vista, el que más falta nos haga, sea el del oído. Es imprescindible, por ejemplo, para escuchar las sirenas de ambulancias o policía, el claxon de los otros vehículos alertándonos de cualquier circunstancia del tráfico, pero también sonidos en el funcionamiento de nuestro propio vehículo que nos alertan ante un posible problema mecánico.
La Dirección General de Tráfico espera nada menos que 16 millones de desplazamientos en esta Semana Santa. Y, para aquellas personas que padecen pérdida auditiva, la propia DGT propone una serie de consejos para cuando deban ponerse al volante en cuanto a oído y conducción:
- Si padeces hipoacusia y la conducción forma parte de su actividad laboral deben comprobar siempre la disposición y orientación de los espejos retrovisores del vehículo que utilicen para mejorar su campo de visión y compensar la pérdida de audición.
- Evita conducir con el volumen de la radio/música elevado, dificultará la percepción de sonidos emitidos, tanto del propio vehículo como los procedentes del exterior.
- Los conductores con audífono, deben respetar las revisiones y mantenimiento de las prótesis, evitando que pueda dejar de funcionar o provocar distorsiones acústicas. Ante un cambio en las prótesis (modelo de audífono diferente), evite conducir hasta comprobar que se adaptan al nuevo.
- Tras intervenciones quirúrgicas del oído, procura no conducir durante 3 ó 4 semanas.
- Nunca consumas bebidas alcohólicas si va a conducir.
- Los conductores profesionales en situación de baja laboral, o conductores habituales en su trabajo, deben conocer si incurren en algún problema legal conduciendo durante el período de baja laboral.
- Los pacientes en tratamiento por alteraciones del equilibrio o vértigos, deben saber que los medicamentos que se recetan para estas patologías, pueden alterar su capacidad de conducir
Otro aspecto importante que relaciona oídos y conducción es el de saber cuáles son las aptitudes psicofísicas relacionadas con el oído para obtener o renovar el permiso de conducir.
Así, la DGT exige que para conducir no debe existir una pérdida de audición combinada entre los dos oídos, con o sin audífono, superior al 45% para el grupo 1 (AM, A1, A-2, A, B, B+E y LCC) y de más del 35% para el grupo 2 (C1, C1+E, C+E, D1, D1+E, D, D+E), obteniendose el índice de esta pérdida mediante la audiometría.
Además, cuando se presenta un déficit sensorial, la DGT obliga a realizar un mecanismo compensatorio basado en potenciar la capacidad de otras aéreas sensoriales, tales como la visión. En el caso de la hipoacusia es obligatoria la utilización de espejos retrovisores exteriores y uno panorámico en el interior del coche. De esta manera se aumenta el campo visual del conductor. Oído y conducción.
También establece que no deben existir alteraciones del equilibrio (vértigo, inestabilidad, mareo, vahído) permanentes evolutivos o intensos de origen otológico o de otro tipo.
El Reglamento General de Circulación, en su artículo 18.2, prohíbe conducir con auriculares. No ocurre así con los audífonos que, muy al contrario, mejoran las capacidades al volante de sus usuarios, y que, además aportan ventajas como la de su capacidad para transmitir directamente del móvil el sonido del GPS a los oídos, ecualizando la pérdida auditiva del usuario.
En conclusión, si no oyes bien, no conduzcas.
Información y consejos: Revista DGT.