Lavado de oídos y sus posibles riesgos. El lavado de oídos permite retirar el exceso de cerumen y suciedad acumulada en el canal auditivo a lo largo del tiempo. La acumulación excesiva de cera en el oído puede dificultar la audición y llegar a causar pequeñas lesiones en el canal auditivo, especialmente en aquellas personas con la cera muy seca. El lavado de oídos ayuda a disminuir el riesgo de estas alteraciones cuando otros tratamientos no surten efecto.
El cerumen, de manera general, no debe ser retirado de los oídos pues cumple su función en cuanto a protección del conducto auditivo, pero en ocasiones se hace necesaria su limpieza. Para ello el médico, realiza un lavado del oído con agua tibia irrigada a presión con una jeringa de punta blanda consiguiendo así que el tapón de cera salga al exterior arrastrado por el agua.
Lavado de oídos y sus posibles riesgos. Para personas que sufren frecuente taponamiento de oídos debido al cerumen el médico puede aconsejar el lavado en casa con una jeringa de bulbo, que se puede adquirir en farmacias, y que introduce el agua con menor presión. Sin embargo, aunque el procedimiento del lavado utiliza una técnica simple, siempre es preferible que sea llevada a cabo por personal sanitario especializado ya que podrían surgir complicaciones como:
- Infección en el oído: sucede principalmente cuando no se seca el canal auditivo correctamente después del lavado;
- Perforación del tímpano: aunque sea bastante raro, puede suceder en caso de que el lavado sea mal realizado y se empuje el tapón de cera hacia el interior del oído causando daño en la membrana timpánica;
- Vértigo: el lavado puede interferir con los líquidos presentes en el oído de manera natural, causando sensación de mareo y pérdida de equilibrio;
- Pérdida temporal de audición: en caso de que el lavado cause algún tipo de inflamación en el oído.
Por todo ello, aunque el lavado de oído pueda realizarse en casa, no debe hacerse de manera frecuente. La limpieza en exceso de la cera no es recomendable puesto que es una secreción natural del oído cuya función consiste en proteger el canal auditivo de lesiones e infecciones.
Además, en ningún caso debe utilizarse este método para sacar del canal auditivo objetos que se hayan introducido en él. Estos problemas suelen surgir especialmente en niños que se introducen trocitos de comida o pequeñas piezas de juguete, en los oídos, en estos casos es imprescindible acudir al médico para que retire el objeto sin dañar el oído.
También debe evitarse el lavado de oídos en personas con tímpano perforado, con infección de oído, que padezcan diabetes o que sufran carencias en el sistema inmune.
No obstante, antes de realizar cualquier limpieza porque crea que tiene un tapón de cera que disminuye la audición, se debería comprobar que la pérdida de audición está provocada por la obstrucción del canal auditivo.
Los profesionales de Beltone están siempre a su disposición para revisar su audición y ofrecerle las mejores soluciones para mejorar su salud auditiva.
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Eva Plaza