Según la OMS, otra de las razones para dejar de fumar es que el consumo de tabaco implica un mayor riesgo de pérdida de audición. Y, aunque en este blog ya habíamos hablado de ello en alguna ocasión, en esta ocasión lo hacemos el tema central de post sobre la relación entre fumar y pérdida auditiva.
Fumar provoca muchos efectos negativos en la salud auditiva que pueden afectar tanto a fumadores activos como pasivos. Por lo tanto, sí hay una relación entre fumar y pérdida auditiva.
El tabaco puede afectar la circulación sanguínea, reduciendo el flujo de sangre hacia el oído interno. Un adecuado riego sanguíneo es esencial para mantener la salud de las células ciliadas, las encargadas de la percepción del sonido. La falta de oxígeno y nutrientes por un flujo deficiente, puede dañar estas células, que no se regeneran, lo que causa un daño permanente en el sentido del oído. Estas lesiones son distintas a las causadas por la exposición al ruido o por la vejez.
Esta es sólo una de las consecuencias negativas de fumar y pérdida auditiva. Pero hay más. Los componentes tóxicos del humo del tabaco, como el monóxido de carbono y la nicotina, pueden provocar estrés oxidativo y dañar las células auditivas. El estrés oxidativo puede derivar en una progresiva de la audición, especialmente en las frecuencias más altas, las primeras en verse afectadas.
El tabaco debilita el sistema inmunológico. Por lo tanto, aumenta el riesgo de infecciones de oído, como la otitis media. Las infecciones recurrentes pueden dañar el tímpano y otras partes del sistema auditivo, lo que contribuye a la pérdida de audición. El humo del tabaco está relacionado con la otitis seromucosa, otitis media aguda y otitis recurrentes.
El humo de segunda mano, es decir, el que reciben los fumadores pasivos, también puede afectar la audición, especialmente a la de los niños. Los niños expuestos al humo del tabaco tienen un mayor riesgo de sufrir infecciones de oído y otros problemas auditivos, lo que puede afectar su desarrollo auditivo a largo plazo.
El consumo de tabaco puede acelerar la pérdida de audición natural que ocurre con la edad (presbiacusia). Las personas que fuman tienen más probabilidades de experimentar una pérdida auditiva a edades más tempranas en comparación con quienes no fuman.
Son muchos los estudios científicos han demostrado una relación directa entre el tabaquismo y la pérdida de audición.
Los fumadores tienen hasta un 70% más de riesgo de desarrollar pérdida auditiva en comparación con los no fumadores, mientras que estar expuesto de manera regular al humo del tabaco puede aumentar el riesgo de pérdida auditiva hasta en un 28%. Fumar y pérdida auditiva, estan relacionados. Oír mejor es, por lo tanto, otra razón más para dejar de fumar.