El ruido de la Navidad y mascotas

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El ruido de la Navidad y mascotas
El ruido de la Navidad y mascotas

En muchas ocasiones hemos hablado en este blog del ruido y sus efectos negativos en nuestra audición, y también sobre cuáles son los límites y los riesgos. Entramos de lleno en una época de ruido, como es la navidad. Hemos hablado de los sonidos de la Navidad, pero en esta ocasión vamos a ocuparnos de las mascotas y cómo les afecta el ruido. Hablamos hoy del ruido de la Navidad y mascotas.

El ruido puede afectar negativamente a las mascotas de diversas maneras, dependiendo de su intensidad, frecuencia y duración. Como sabemos, los animales tienen sentidos del oído más agudos que los humanos, lo que los hace más sensibles a los efectos del ruido.

Algunos de los sonidos característicos de estas fechas pueden provocar estrés y ansiedad a nuestras mascotas. Repasamos la relación entre ruido de la Navidad y mascotas.
Por ejemplo, los ruidos fuertes o repentinos, como el estallido de los fuegos artificiales, cohetes o petardos, pueden provocar miedo intenso en las mascotas. Los animales pueden mostrar signos de estrés, como jadeo, temblores, esconderse, vocalizaciones excesivas (ladridos o maullidos), o incluso intentos de escapar. La exposición prolongada al ruido puede desencadenar trastornos de ansiedad, haciendo que la mascota sea más sensible a futuros ruidos.

Además, ruidos extremadamente fuertes (como conciertos cercanos o las citadas explosiones de cohetes y petardos) pueden causar daño físico al oído, incluso pérdida de audición. En casos de estrés severo, algunas mascotas pueden experimentar taquicardia, dificultad para respirar o, en casos extremos, colapso.

Conviene resaltar que algunas mascotas pueden desarrollar comportamientos destructivos al intentar escapar o calmarse, como morder muebles, cavar o arañar puertas. Y que la exposición recurrente al ruido puede provocar agresividad o hipervigilancia.
A largo plazo, las mascotas expuestas a ruido constante pueden experimentar estrés crónico, lo que afecta su sistema inmunológico, digestión y bienestar general. Este estrés continuo también puede afectar la relación entre el dueño y la mascota, ya que el animal podría parecer «irritable» o distante.

Para proteger a tu mascota del ruido, puedes crear un espacio seguro, tranquilo y acogedor, donde la mascota pueda refugiarse.

También puedes desensibilizar a tu mascota, acostumbrándole gradualmente a ciertos ruidos con entrenamiento positivo.

Por último, existen productos calmantes, como feromonas, chalecos de presión y suplementos que pueden ayudar a reducir la ansiedad, previa consulta siempre con el especialista.

No solo los humanos sufrimos con el ruido. Y aunque la Navidad es tiempo de alegría y diversión, se debe tener en cuenta que determinados comportamientos pueden llegar a molestar a los demás… y también a nuestras mascotas. Esperamos haberte ayudado a percibir que hay una relación entre ruido de la Navidad y mascotas.

 

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