Colesteatoma y pérdida de audición. Un colesteatoma es un crecimiento anormal de la piel en el oído medio detrás de la membrana del tímpano, que se desarrolla generalmente en forma de quiste o escamas de piel muerta.
Un colesteatoma no es propiamente un tumor pero puede comportarse como tal, ya que, puede aumentar de tamaño con el tiempo. Su aumento de tamaño se produce por la acumulación de capas de escamas de piel muerta que no pueden expulsarse al exterior. El crecimiento de un colesteatoma puede destruir los huesos del oído medio e incluso a otras estructuras del oído afectando a la audición.
Esta alteración también puede dañar a la membrana mucosa del oído medio. Cuando las células epiteliales muertas entran en contacto con la mucosa, se infectan fácilmente, llegando a provocar, además, supuración en el oído.
Los colesleatomas pueden ser de varios tipos:
- Congénito, se nace ya con él, pero es poco frecuente.
- Adquirido: aparece normalmente a causa de enfermedades crónicas del oído medio. Este a su vez se divide en dos tipos:
- Primario: se forma cuando hay una alteración crónica en las trompas de Eustaquio, generando presiones negativas en el oído medio, donde se forman bolas de retracción en las que las células descamadas quedan atrapadas, pudiendo afectar a la cadena de huesecillos e incluso al hueso temporal.
- Secundario: ocurre cuando las células descamadas pasan desde el oído externo al medio a través de una perforación del tímpano, donde se acumulan y forman el colesteatoma.
Los síntomas de esta patología son pérdida auditiva, pérdida de equilibrio, mareos, supuración del oído y parálisis o disfunción de los músculos faciales.
El tratamiento normalmente consiste en extirpar el colesteatoma quirúrgicamente antes de que cause daños irreversibles en el oído y afecte gravemente a la audición. En otras ocasiones se detectan con sistemas de diagnóstico más específicos o incluso se buscan para descartar otras causas de los síntomas como el vértigo.
Siempre es primordial la detección precoz de todo tipo de patologías para poder atajarlas y dar la mejor solución al problema, además de evitar males mayores. A este respecto, la revisión periódica de la audición es fundamental para mantener una buena salud auditiva.
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