¿QUÉ ES EL BAROTRAUMA?
El barotrauma (una lesión provocada por los cambios de presión) se produce habitualmente por inmersión en agua, ascenso en la atmósfera o administración de respiración mecánica. Según se asciende en la atmósfera, la presión disminuye de manera gradual, de tal forma que a 5.500 m la presión es aproximadamente la mitad de la que existe a nivel del mar. Al contrario, cuando se desciende en el agua, la presión aumenta con mayor rapidez y se duplica cada 10 m por debajo de la superficie. El barotrauma provocado por cambios de la presión atmosférica afecta habitualmente a los oídos y los senos. Entre los buceadores, el barotrauma conduce a lesiones en los oídos, enfermedad de descompresión y embolias gaseosas. El barotrauma pulmonar puede ser consecuencia del buceo o de la ventilación mecánica.
Barotrauma ótico
El barotrauma puede afectar el conducto auditivo externo, el oído medio, el oído interno o los senos. A veces se conoce como “compresión” cuando la presión ambiental es mayor que la existente dentro de las cavidades corporales.
Barotitis externa
Cuando los buceadores descienden con el conducto auditivo lleno de cerumen o tapones se produce una compresión del mismo. El buceador sentirá dolor y notará una secreción sanguinolenta cuando la presión del oído medio es superior a la del conducto. Al explorar el tímpano pueden observarse petequias, ampollas hemorrágicas y perforación.
Barotitis media
La barotitis media es la lesión ótica más común debida a presión. La trompa de Eustaquio constituye la única vía de entrada o salida de aire del oído medio. Cuando funciona normalmente actúa como una válvula unidireccional, permitiendo que el exceso de presión del oído medio se elimine pasivamente, y sólo permite la entrada de aire durante la deglución activa, o cuando se bosteza. Cuando la función de la trompa está alterada por inflamación a consecuencia de infecciones del tracto respiratorio superior (ITRS), procesos alérgicos o traumatismos, lo primero que se altera es el movimiento activo del aire hacia el oído interno, mientras que la salida pasiva se perturba más adelante en los casos graves. De este modo, la persona con ITRS que viaja en un avión habitualmente nota que la presión de los oídos se adapta durante el ascenso, mientras que el dolor aumenta durante el descenso si las maniobras de deglución o de autoinsufla-ción no son capaces de “destaponar” los oídos. Los aviones comerciales mantienen una presión de cabina equivalente a la que existe entre 2.000 y 2.600 m, por lo que el barotrauma grave del oído medio es poco frecuente.Los buceadores incapaces de equilibrar la presión del oído medio notan dolor durante el descenso. Si el descenso continúa se producen abombamiento hacia dentro del tímpano, hemorragia y edema, y más adelante rotura de la membrana timpánica.
Barotrauma del oído interno
Si la presión es suficientemente elevada se pueden romper la ventana oval o la redonda, con aparición brusca de un cuadro grave de vértigo, acufenos, nistagmo y sensación de plenitud en el oído afecto.
Barotrauma sinusal
Los senos frontales y maxilares pueden ser “comprimidos” cuando la inflamación de la mucosa, provocada por una ITRS u otro trastorno bloquea los orificios sinusales. Este tipo de barotrauma aparece habitualmente en los bucea-dores durante el descenso, produciendo dolor y epistaxis procedente del área sinusal.