3 mitos falsos sobre los audífonos

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A lo largo de los años películas, animaciones, tiras de humor y cómicos han restado importancia a la forma de apariencia y funcionamiento de los audífonos, fomentando ciertos mitos. En justicia, no fue hasta hace 10 años que los audífonos comenzaron a funcionar realmente bien en una variedad de situaciones de escucha, y con una apariencia verdaderamente atractiva.

Lo que tradicionalmente condujo a la estigmatización de los audífonos fueron los siguientes puntos:

  • Silbidos o pitos

Los modelos más antiguos de audífonos tenían una tendencia a generar un estridente pitido, conocido como feedback o retroalimentación, siempre que el aparato quedaba holgado en el interior del oído. Todo el mundo podía escuchar el pitido, excepto, por supuesto, la persona que llevaba el audífono. El feedback es lo que se produce cuando alguien con un micrófono está demasiado cerca del amplificador y entonces empieza a oírse ese sonido chirriante.

Actualmente la tecnología convierte a estos pitidos en virtualmente inexistentes. Así que nadie más tendrá que pasar por esas incómodas situaciones.

  • No funcionan realmente bien

Los audífonos del pasado no tenían ni remotamente la calidad de sonido y prestaciones de la tecnología actual. Los audífonos más modernos son extremadamente efectivos, y resultan tremendamente cómodos para su uso habitual, tanto desde el punto de vista físico como desde el auditivo. Los sonidos suaves, tales como las voces de los niños, son automáticamente amplificados, mientras que los sonidos fuertes se mantienen en un rango de audición confortable.

La prestación de reducción de ruido ayuda a mantener la audibilidad en niveles agradables aun cuando el sonido del entorno aumenta. Además, la electrónica digital avanzada y la tecnología de la direccionalidad del micrófono trabajan conjuntamente para facilitar la audición en ambientes ruidosos, tales como restaurantes, lugares concurridos o aeropuertos. Adicionalmente la infraestructura electrónica dispone de un reductor del ruido de viento para mayor comodidad de uso del audífono en ambientes exteriores.

  • Me hacen parecer mayor

Mucha gente visualiza “vejez” cuando piensan en audífonos. Esto es un error lógico, pero  ¿qué es peor? ¿Llevar un audífono que es indetectable y escuchar lo que se dice? ¿O no llevarlo y estar continuamente preguntando “¿eh?”? O peor aún, ¿entender mal y responder de forma inapropiada?

Si es el look lo que hasta ahora le echaba para atrás a la hora de dar el paso, no tiene que preocuparse más. Le sorprendería la cantidad de personas que actualmente usan audífonos. En la actualidad estos instrumentos se diseñan para ser virtualmente invisibles. Son ligeros, cómodos de llevar y no hacen sentirse “taponado”.

 

¿Estigmas? Olvídelos. Realmente hoy en día no hay razones para no ponerse audífonos si tiene pérdida auditiva. Así que si sospecha que podría tenerla, realice la prueba con su especialista y salga de dudas. En ocasiones podría ser sólo cerumen. Ampliaremos este tema próximamente.

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