Tiempos difíciles para Luis Miguel. Hace apenas unas semanas informábamos de los problemas auditivos que habían apartado, por lo menos en las giras y conciertos, al vocalista de AC-DC de su grupo de toda la vida.
Pues bien, estos días ha trascendido otra noticia similar: Luis Miguel, el conocido cantante mexicano de boleros, trancheras y lo que se tercie, también está viendo como su carrera corre un serio peligro. Pero en este caso el problema no es la pérdida de audición, como en el caso del australiano Brian Johnson, sino el maldito tinnitus, el nombre casi de emperador romano con el que se conoce ese fenómeno hiperdesagradable que provoca que el paciente oiga zumbidos, soplos, rugidos e incluso casi conversaciones en su cerebro sin que exista una fuente externa. “Es una situación complicada -comentó el propio Luis Miguel al diario argentino Clarín– pero comencé mi carrera con apenas 9 años con la música, los decibelios y los conciertos, he estado expuesto más de 30 años a sonidos muy fuertes y ahora me estoy sometiendo a tratamientos que espero solucionen el problema”.
Tiempos difíciles para Luis Miguel. Y es que no corren buenos tiempos para la estrella latina, nacida en San Juan de Puerto Rico en 1970, perseguido últimamente por las enfermedades auditivas. Antes de su tinnitus, o acúfenos, Luis Miguel ya había tenido que hacer frente a otro disgusto al que hizo, valga el chiste malo, oídos sordos. Después de nueve años de litigio judicial, su teclista durante más de 15 años, Arturo Pérez Figueroa, le ha ganado un juicio por más de 300.000 dólares por un problema, sí, de sonido. Durante un concierto en 2005, Figueroa empezó a sentir fuertes dolores en un oído y pidió ser sustituido en la inminente gira. Al parecer, Luis Miguel le dio una aspirina y le exigió su presencia en la gira. El teclista acudió a un hospital privado donde le fue diagnosticado Neumotórax (entrada de aire del pulmón en la capa pleural que rodea a este órgano) pero tuvo que continuar la gira previo pago de 3.000 dólares, que la sanidad estadounidense así se las gasta. Cuando acabó, el 5 de octubre de ese mismo año, fue despedido previo ofrecimiento de 5.000 dólares para olvidar el tema. Figueroa decidió que no y ahora acaba de ver recompensada su tenacidad con una cantidad muy superior.
Tiempos difíciles para Luis Miguel. Por si todo esto fuera poco, Alejandro Fernández, alias El Potrillo, la otra gran estrella de la canción mexicana, acaba de anunciar que suspende la gira con Luis Miguel y que ha decidido reemplazarle por Carlos Vives, el rey colombiano del vallenato y una de las estrellas latinas seguidas muy de cerca por la CIA en su división narcotráfico. ¿Las causas? La agencia de nuestro protagonista se había dormido en los laureles y había dejado los contratos en el limbo de los papeles sin firmar. Ya lo decimos, malos tiempos para El Sol mexicano.
Óscar Cabrera.