Personajes con enfermedades muy reales. El debut como director de Bradley Cooper en la cuarta versión de Ha nacido una estrella, firme candidata a los próximos Oscar, depara algunas sorpresas: la química entre los dos protagonistas (el propio Bradley y una estupenda Lady Gaga), el nivel de unas canciones que rozan la comercialidad sin entregarse del todo a ella que se grabaron en directo durante el rodaje, y una factura técnica impropia de un realizador debutante. Pero existía un riesgo.
Detrás de un personaje tan atractivo como el cantante de country Jackson Maine pueden esconderse muchas trampas, como la sobreactuación (¡ah, esas estrellas de la música borrachas y drogadictas!) o la falta de carisma para soportar una película. Cooper sale airoso de ambas y sobre todo aporta datos sobre la vida real de los músicos, como el constante acoso del tínnitus o acúfenos. Como hemos señalado en numerosas ocasiones en estas páginas, convivir con la música a volúmenes exagerados (a partir de 60 decibelios) sin protección conlleva peligrosos riesgos.
El principal es la pérdida de audición pero no hay que menospreciar el peligro del tinnitus, una enfermedad de muy difícil cura.
En un momento de esta emocionante película, su hermano Bobby (estupendo Sam Elliott) le recuerda la necesidad de utilizar tapones en los ensayos con su grupo porque el ruido en sus oídos puede agravarse. Y Jack, metido en sus problemas sentimentales, no lo hace. No desvelaremos aquí el final, pero, también como hemos avisado en este mismo espacio, la percepción de ruido continuo y la pérdida de audición provocan también el aislamiento del paciente, la desvinculación del entorno, lo que no es en absoluto adecuado para superar una enfermedad. La ATA (American Tinnitus Association) ha aprovechado esta circunstancia en el desarrollo de una película que ya ha recaudado más de 180 millones de dólares para advertir a la población estadounidense de la necesidad de proteger los oídos del ruido continuo y excesivo. El arte cinematográfico como ayuda médica, un nuevo y provechoso uso del cine.
Hugo Serván