Millones de personas conviven a diario en ciudades en las que los niveles de ruido sobrepasan los 65 dB, umbral de ruido establecido por la OMS para la franja horaria diurna. Pero, ¿cuáles son las ciudades más ruidosas del mundo?
Estar expuestos de manera continuada a estos niveles de ruido puede provocar problemas de salud, que van desde estrés y alteraciones del sueño a problemas cardiovasculares y, por supuesto, pérdida auditiva. Los especialistas alertan de la relación directa entre la exposición al ruido y la aparición de estas enfermedades en personas de cualquier edad, preferentemente en las ciudades más ruidosas del mundo.
Independientemente del lugar en el que vivamos, todos estamos expuestos a ruidos que pueden afectarnos negativamente cuando sobrepasan ciertos límites. Algunos sonidos son muy evidentes, pero otros no, en función de la frecuencia de su emisión. Los ruidos de baja frecuencia, de los que a veces no somos conscientes, pueden llegar a ser incluso los más perjudiciales.
Entre las ciudades más ruidosas del mundo destacan Cantón (China), en la que viven 13 millones de habitantes. Sumando el área metropolitana y sus suburbios, la población llega a casi 47 millones. La contaminación acústica es tan grande que, de promedio, sus habitantes escuchan como una persona casi 20 años mayor.
Nueva Delhi (India) es la ciudad más poblada de India, y una de las más pobladas del mundo, con casi 20 millones de habitantes. Las bocinas suenan a todas horas, día y noche. La OMS recomienda vivir en lugares donde el ruido no supere lo 55 decibelios. No es el caso de Nueva Delhi. En El Cairo (Egipto) viven 16 millones de almas. El nivel de ruido alcanza a diario los 85 decibelios. Tan es así, que tuvieron que trasladar la estatua del faraón Ramsés II por que la contaminación acústica la deterioraba. En Bombay (India), con 15 millones de habitantes, es la ciudad portuaria más importante del subcontinente indio, ya que concentra el 40% del tráfico exterior del país. El traáfico es un caos a cualquier hora del día.
La exposición prolongada a estos sonidos puede provocar daños en las células ciliadas del oído interno, las cuales no se regeneran. Como el daño es gradual, las personas afectadas pueden no ser conscientes del mismo hasta que la pérdida auditiva da señales notables, y acusan dificultades para entender a otras personas o perciben los sonidos distorsionados.
También los ruidos fuertes esporádicos pueden causar pérdidas de audición temporal, por ejemplo estar cerca de los altavoces en una discoteca, pero, investigaciones recientes sugieren que aunque la audición se recupera en pocos horas, puede existir un daño residual permanente que se hará evidente con el tiempo.
La pérdida de audición causada por la exposición al ruido se puede prevenir mediante prácticas que ayudan a mantener una buena salud auditiva, como son: evitar lugares ruidosos, preservar los oídos con las protecciones adecuadas especialmente en entornos laborales que lo precisen, no excederse en el uso de auriculares y mantener bajo su volumen o no utilizar el claxon de los vehículos de forma innecesaria, y por supuesto, acudir a revisiones periódicas de la audición.
No obstante, cuando la pérdida auditiva se produce, es imprescindible ponerse en manos de profesionales de la audición. Mediante los últimos avances en tecnología de Beltone, los profesionales de la salud auditiva pueden ofrecer soluciones adaptadas a cada paciente y a su estilo de vida.
Además, resulta de especial importancia también llamar la atención a las autoridades y en general a la sociedad acerca del asesino invisible de las células ciliadas del oído que es el ruido.
