Galicia gana. Buenas noticias para la comunidad hipoacúsica. El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes acaba de publicar las estadísticas de las enseñanzas no universitarias del curso 2014-15 con el resultado de que el 80,2 % del alumnado con necesidades educativas especiales se encuentra integrado en unidades escolares ordinarias, seis décimas más que el curso anterior.
Galicia gana. Entre ellos, los mayores porcentajes de integración son aquellos estudiantes con trastornos graves de conducta o personalidad (96,4 %), discapacidades visuales (95 %) y auditivas (93 %), quedando en último lugar los alumnos con pluridiscapacidades, con un 39 % del total. Es decir, en el campo que nos ocupa aquí, la gran mayoría de los jóvenes estudiantes con problemas de audición acuden diariamente a colegios convencionales. Galicia es la comunidad líder en este aspecto, con un 83 % de integración, seguida de Navarra, Murcia y Melilla, En el otro lado de la venganza se encuentra la Comunidad Valenciana, con solo un 17,9 %.
En total, el Ministerio ha contabilizado a 517.128 alumnos con apoyo educativo específico, el 6,5 % del alumnado, un 61,9 hombres y un 38,1 mujeres, la inmensa mayoría matriculados en centros públicos (80,4 %).
Dejando un lado tantos porcentajes, es conveniente resaltar que, como ya hemos destacado en este medio, el riesgo de exclusión social y fracaso escolar se incrementa entre los alumnos con discapacidades si el centro educativo no está preparado para aportar una enseñanza especial para los estudiantes que lo necesiten. Profesores que dominen el idioma de signos, material exclusivo y, por supuesto, el buen talante de todos para la total integración del discapacitado auditivo permiten que estos no queden desenganchados de la educación general. Sus compañeros deben familiarizarse con la lengua de signos, por ejemplo, y enfrentarse a ella como una variante más del sistema educativo. Es labor de todos.
Óscar Cabrera.