Algunas cosas que debes saber sobre la hipoacusia infantil. La hipoacusia en recién nacidos es la deficiente agudeza auditiva, de origen congénito o de aparición en los primeros días de vida. Afecta a cinco de cada mil niños al nacer, y provoca consecuencias en el desarrollo cognitivo, del lenguaje, emocional, escolar y social del niño.
Algunas cosas que debes saber sobre la hipoacusia infantil. En España es obligatoria la práctica de un cribado neonatal auditivo que consiste en unas pruebas de audición relativamente básicas, Potenciales Evocados Auditivos de Tronco Cerebral (PEATC). Se deben practicar en el momento del nacimiento que permiten conocer del funcionamiento de este sistema sensorial en los neonatos.
Si los resultados del cribado auditivo no son los normales, el niño va a necesitar controles posteriores periódicos. Esto no implica necesariamente que acabe siendo hipoacusico. En estos casos, los padres deben hacer un seguimiento controlado del sistema auditivo de su hijo. Y deben acudir al especialista para comprobar si la maduración resuelve o no el problema de que se trate. Hoy existen soluciones (prótesis e implantes) para casi todas las dolencias. Si exceptuamos las malformaciones. SOLUCIONES BELTONE
Algunas cosas que debes saber sobre la hipoacusia infantil. En este sentido, los padres deben evaluar el comportamiento de sus bebés durante sus primeros meses de vida. Por ejemplo, comprobando si el bebé parpadea. O se despierta cuando escucha ruidos a su alrededor. O se calma al escuchar la voz de su madre.
Entre los 3 y 5 meses de vida, los bebés empiezan a dirigir sus miradas o girar sus cabezas hacia alguna fuente de sonido. Asimismo, entre los 6 a los 9 meses el bebé ya busca los sonidos moviendo su cabeza. Incluso todo el cuerpo.
El elemento más peligroso de una sordera no detectada a tiempo es la ausencia de un lenguaje claro o algunos trastornos o retrasos en el habla de este individuo en desarrollo. En algunos casos, niños con problemas de sordera no presentan signo alguno hasta sus los 2 años de edad. De ahí la importancia de estar atentos ante cualquier síntoma que nos haga sospechar cualquier problema de pérdida auditiva. Si albergan cualquier duda, los padres deben dirigirse al otorrino.
Algunos de los síntomas que pueden alertar a los padres son que el niño no emita sonidos o balbucee a los 6 meses, que no reconozca su nombre o reaccione al escuchar el teléfono, por ejemplo, cuando a los 15 meses no repite palabras simples, si a los 24 meses no puede decir al menos 10 palabras, Si a los 36 meses no puede decir pequeñas frases de dos palabras o si a los 48 meses le es imposible decir frases sencillas.
Algunas cosas que debes saber sobre la hipoacusia infantil. Resumiendo, los efectos de la sordera pueden afectar en el aprendizaje. Los niños pueden sufrir retrasos importantes en su educación, algo que será trascendente en toda su vida posterior.
También en el lenguaje. Los niños con problemas de sordera tienen un proceso de desarrollo del habla lento. Sus problemas de dicción les hacen tener grandes limitaciones para comunicarse al igual que para aprender nuevas palabras o relatar historias.
Y por último, les afectan en sus relaciones sociales. A los niños sordos les cuesta concentrarse y por ende no son capaces de sostener una conversación demasiado larga. Tienden a parecer niños desobedientes o groseros, aunque nada tiene nada que ver con eso.