Cabalgatas, petardos, música alta en fiestas… Guía Beltone para prevenir daños auditivos que puede provocar el ruido navideño.
La Navidad es sinónimo de celebración, encuentros y actividad constante en calles y espacios públicos. Este ambiente festivo, sin embargo, también implica un aumento del ruido navideño al que nos exponemos: música elevada en fiestas, cabalgatas multitudinarias, petardos, fuegos artificiales o el bullicio de los centros comerciales en plena campaña navideña. Todos ellos forman parte del paisaje sonoro de estas fechas, pero pueden convertirse en un riesgo para la audición si no se manejan adecuadamente.
Durante estos días coinciden situaciones que elevan los decibelios muy por encima de lo habitual. Las cabalgatas y desfiles suelen incluir carrozas con sistemas de sonido potentes capaces de superar los 100 dB. Las fiestas de Nochevieja y cotillones pueden registrar entre 95 y 110 dB. Los petardos y fuegos artificiales alcanzan picos superiores a los 150 dB, niveles que el ruido navideño puede alcanzar incluso en exposiciones breves. Y a todo ello se suma la actividad comercial, con centros abarrotados en los que el ruido ambiental puede situarse entre los 70 y los 85 dB. Aunque estos escenarios son temporales, la exposición continuada puede provocar fatiga auditiva o incluso daños permanentes. Te recordamos a partir de qué volúmenes y dónde empieza el riesgo.
Para disfrutar de las celebraciones sin poner en riesgo la audición, conviene tener presentes algunas medidas sencillas:
- Controlar el tiempo de exposición. Permanecer muchas horas en entornos con ruido navideño incrementa la probabilidad de fatiga auditiva. Resulta útil hacer pausas en zonas más tranquilas, especialmente durante fiestas o eventos prolongados.
- Utilizar protección auditiva cuando sea necesario. Los tapones de espuma o filtrado acústico reducen significativamente el impacto del ruido. Son especialmente recomendables en conciertos, cotillones o cabalgatas.
- Mantener una distancia prudente. Alejarse de altavoces y puntos de lanzamiento de petardos puede reducir notablemente la presión sonora. Unos metros de separación marcan la diferencia frente al ruido navideño más intenso.
- Regular el volumen en auriculares y dispositivos personales. En vacaciones es habitual dedicar más tiempo a escuchar música, pero conviene no superar el 60 % del volumen máximo y evitar su uso en ambientes ya ruidosos.
- Prestar atención a la audición de los niños. Los menores son más sensibles al ruido. En eventos multitudinarios, los protectores auditivos infantiles resultan una opción eficaz frente al ruido navideño.
Si durante o después de una exposición intensa aparecen zumbidos, sensación de taponamiento o ligera pérdida auditiva, puede tratarse de una sobresaturación acústica. Lo recomendable es permitir un descanso auditivo de 24 a 48 horas y evitar el ruido elevado. Si las molestias persisten, conviene realizar una revisión auditiva profesional.
La Navidad puede disfrutarse plenamente sin renunciar al cuidado de los oídos. Con unos pocos gestos preventivos frente al ruido navideño, es posible vivir las fiestas con intensidad sin comprometer la salud auditiva. En Beltone, como especialistas en audición, recordamos la importancia de prestar atención a estas señales y mantener una escucha saludable también en los momentos de celebración.
