Cómo se protege el oído en el waterpolo

0
741
oídos y waterpolo
oídos y waterpolo

En estos días, se está disputando, en Fukuoka (Japón), entre el viernes, 14 de julio y el domingo, 30 de julio, el Mundial de waterpolo. Pese a ser minoritario, es uno de los deportes más laureados del deporte nacional. Nuestras dos  selecciones tienen grandes posibilidades de alzarse con medalla… Pero a nosotros lo que nos toca es hablar del oído en el waterpolo.

La selección masculina de waterpolo ha sido una vez medalla de oro olímpica (1996), tres veces campeona del mundo  (1998, 2001 y 2022 y por lo tanto vigentes campeones) y tres veces subcampeona de Europa (1992, 2018 y 2020).

La selección femenina de waterpolo ha sido dos veces medalla de plata en las olimpiadas (2012 y 2020), campeona del mundo en 2013 y campeona de Europa en 2014, 2020 y 2022.

Si algo caracteriza a los/as waterpolistas son sus exiguos bañadores, que tratan de darle los mínimos puntos de agarre al rival, y sus gorros con orejeras, muy distintos de los habituales gorros de natación, que no las llevan.

El waterpolo es un deporte de contacto y constante fricción, por lo que los golpes en la cabeza, del contrario o del propio balón, y los roces son  frecuentes. Hay que proteger el oído en el waterpolo. Las orejeras de los gorros de waterpolo están llenas de agujeros, por lo que su misión no es impedir el paso del agua, que entra y sale de ellas con normalidad, sino precisamente proteger de los golpes en una zona tan delicada como son oídos, permitiendo además la comunicación de los jugadores en el agua, esencial para el desarrollo del juego, la recepción de órdenes tácticas por parte del cuerpo técnico,  y también de los designios del árbitro.

El gorro es de uso obligatorio incluso en los entrenamientos, no solo en los partidos, puesto que, en el agua los golpes podrían llegar a trasmitir una presión tan fuerte como para dañar el tímpano. Además, el rozamiento en el pabellón auricular produce lesiones muy dolorosas a los deportistas, también, por ejemplo, a los luchadores.

Asimismo, el gorro resulta fundamental para identificar a los jugadores de cada equipo, y a las propias  individualidades, puesto que el reconocimiento facial o corporal es más complicado en el agua.

Así, los gorros de ambos equipos son de diferente color. Antes, los gorros eran siempre blancos y azules. Los árbitros señalaban las faltas con banderas de esos colores, mostrando con ellas la posesión del balón. Ahora, los gorros son multicolores. Pero eso sí, siempre con orejeras para proteger el oído en el waterpolo.

 

 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here