Vuelta al trabajo y cuidado auditivo

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VUELTA AL TRABAJO Y CUIDADO AUDITIVO
VUELTA AL TRABAJO Y CUIDADO AUDITIVO

Con el mes de septiembre llega la vuelta a la rutina y la reincorporación al trabajo tras las vacaciones. Llega la vuelta al trabajo y cuidado auditivo. Los niveles de ruido elevados en nuestra vida cotidiana y en nuestro entorno laboral nos exponen, en muchas ocasiones, a intensidades de sonido que pueden llegar a dificultar nuestra actividad e incluso a causar daños irreversibles para nuestra salud auditiva.

El ruido es uno de los riesgos laborales más extendidos y menos considerados. Aproximadamente, un 30% de la población trabajadora está expuesta, en su entorno laboral, a niveles de ruido que superan los 85 dB. A ese nivel se dificulta la comunicación, aumenta la probabilidad de cometer errores y, por tanto, de sufrir accidentes de trabajo, puede generar estrés y puede provocar pérdida de audición.

Existen algunos factores principales que determinan el riesgo de pérdida auditiva en el entorno laboral: el nivel de presión sonora, el tipo de ruido, el tiempo de exposición al mismo y la distancia a la fuente del sonido.

En cuanto a la intensidad del ruido, cuanto mayor es el nivel de la presión sonora, mayor es la posibilidad de pérdida auditiva, pero la relación entre ambos factores no es lineal, según aumenta el nivel del ruido la posibilidad de pérdida auditiva se multiplica.

Por lo que se refiere al tipo de ruido, influye tanto la frecuencia del mismo como su carácter estable, intermitente, fluctuante o de impacto. Generalmente, se tolera mejor el ruido continuo pero también tendemos a protegernos menos ante él, por lo que aumentamos el riesgo de sufrir daño auditivo. No obstante, los ruidos más peligrosos son los de impacto, que llegan a alcanzar los 140 dB y pudiendo provocar una lesión inmediata por trauma sonoro.

Por supuesto, también varía el riesgo con el tiempo de exposición al sonido y la distancia a la fuente de procedencia del mismo. Además, hay que prestar especial atención a las personas que tienen una continuidad en el tiempo dentro de ambientes laborales ruidosos,

También hay que tener en cuenta que el oído va sufriendo con la edad y, al margen del tipo de exposición al sonido que se tenga en el día a día, la acumulación de años trabajando en el mismo ambiente, puede agravar los daños.

Los efectos auditivos más frecuentes de la exposición al ruido en el entorno laboral son:

  • Fatiga, pérdida de audición transitoria pero recuperable, como consecuencia de la exposición a niveles sonoros elevados. El tiempo de recuperación del nivel normal de audición puede durar horas o incluso días.
  • La exposición repetida a elevados niveles sonoros puede producir lesiones irreversibles en el oído.
  • Sordera profesional. Se considera tal cuando la hipoacusia alcanza las frecuencias tales que interviene en la comunicación oral de las personas.

La mejor manera de evitar daños en la salud auditiva en el entorno laboral, sin duda alguna, es la prevención. En general hay que evitar los ruidos innecesarios, pero cuando éstos son inevitables, es fundamental reducir al máximo el tiempo de exposición al sonido y si es necesario usar las medidas de protección adecuadas para cada ocasión. Por último, es fundamental someterse a revisiones auditivas periódicas.

Los profesionales de Beltone están siempre a su disposición para cuidar y revisar su salud auditiva. Para ello cuentan con excelentes recursos de diagnóstico y con las más modernas soluciones que se adaptan a los problemas auditivos de cada persona.

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Eva Plaza

 

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