Hemos oído hablar muchas veces de pruebas de potenciales evocados, pero… ¿en qué consisten y para qué sirven?
El estudio de potenciales evocados muestra la actividad eléctrica cerebral ante estímulos externos. Las pruebas que se practican la registran con la ayuda de unos electrodos superficiales que monitorizan los impulsos eléctricos y los hacen visibles. Los estudios de potenciales permiten identificar lesiones neurológicas en casi cualquier zona del sistema nervioso. Además, son extraordinariamente útiles en pacientes que, como los niños recién nacidos, no pueden expresar si son capaces de notar estímulos externos.
En el caso del sentido del oído, se realizan dos tipos de pruebas:
Los Potenciales evocados auditivos del tronco cerebral (PEATC) reflejan la actividad eléctrica de la vía auditiva. Mediante su registro, se obtiene de forma objetiva la exploración del nervio auditivo a un estímulo sonoro sin necesitar la colaboración del paciente, aunque sí es necesario que esté tranquilo y quieto. Por ello, se emplea fundamentalmente para explorar la audición en pacientes no colaboradores en la audiometría tonal.
Los Potenciales evocados auditivos de estado estable a múltiples frecuencias (PEAee), es una prueba electrofisiológica que amplía la información que aportan los PEATC. Aporta como resultado un audiograma detallado por frecuencias (500, 1000, 2000 y 4000 Hz). La combinación de ambas pruebas, PEATC y PEAee, es el mejor método que existe hoy para saber, prácticamente desde el nacimiento, si existe una sordera y así prescribir el tratamiento necesario de forma precoz, y, naturalmente, más eficaz.