Una de las causas más conocida es la pérdida auditiva provocada por la edad (Presbiacusia), pero también existen otras como la exposición al ruido. El entorno en el que vivimos existen dos tipos ruidos: están a los que nos exponemos de manera involuntaria, que pueden existir tanto en nuestro entorno laboral como en nuestro día a día y, luego están los ruidos voluntarios, es decir, aquellos a los que nos exponemos por voluntad propia. Estos que pueden llegar a ser más perjudiciales para nuestra salud auditiva, un ejemplo de ello son: el ruido de los coches, la música a todo volumen de los locales nocturnos o las salas de conciertos, por no hablar de los auriculares que usamos con la música a todo volumen.
Sabías que actualmente en España el 30% de las personas sufrimos algún tipo de pérdida auditiva. Una cifra importante si tenemos en cuenta el total de habitantes que residimos.
Como he dicho, con el paso del tiempo la capacidad auditiva disminuye a causa del envejecimiento, desde los 30 a los 40 años empeora, pero a partir de los 80 años es más grave.
¿Qué determina la gravedad de la pérdida auditiva?
El grado de gravedad en la pérdida auditiva, dependerá de si es heredada, de si se desarrolla antes de la aparición del lenguaje o después de él.
Un consejo: Para las pérdidas de audición leve, es recomendable tener en cuenta que muchas veces es causada por el uso de tapones de cera o mucosidades provenientes del catarro.
¿Qué puede producir la pérdida auditiva?
Existen distintos motivos que la pueden producir:
- Por enfermedad, infección o consumo de medicamentos
- Ser heredada.
- O como resultado de daños físicos en el oído o la cabeza
Los tipos de pérdida auditiva
La Conductiva: que se produce cuando perdemos la capacidad de conducción entre el oído interno y externo.
La Neurosensorial: llamada también presbiacusia. Se produce debido a los daños sufridos en las células ciliadas.
El deterioro de las células ciliadas lo puede producir ciertas enfermedades (meningitis, paperas, la enfermedad de Mènière), sustancias farmacéuticas (aspirina, cisplatina, la quinina) o los antibióticos (gentamicina, estreptomicina).
Y a todo esto, ¿Cómo podemos mantener una buena salud auditiva?
La mejor opción es siempre escuchar a un profesional, ya que muchos de los casos de pérdida auditiva se pueden prevenir. Una de las opciones para prevenir es el uso de audífonos.
Como hablamos en un post anterior, existe una relación entre la pérdida auditiva y el deterioro cognitivo, por lo que el uso de audífonos es más que recomendado para una calidad de vida óptima.