Una audiometría evalúa la capacidad de un paciente de escuchar sonidos. Varía, según su volumen (intensidad) y la vibración de las ondas sonoras (tono). La audición se produce cuando las ondas sonoras estimulan los nervios del oído interno. De ambas cosas hemos hablado ya en este blog. En todo caso, hoy nos corresponde profundizar un poco más en cómo los profesionales de la audición interpretan los resultados obtenidos en las diferentes pruebas. ¿Cómo se interpreta una audiometría?
Con la práctica de una audiometría, los audioprotesistas determinan la capacidad de los pacientes para percibir tonos puros de intensidad variable (audiometría tonal) y cuantifican los umbrales de reconocimiento de los sonidos del habla (audiometría verbal o logoaudiometría).
¿Cómo se interpreta una audiometría? En la Audiometría Tonal Liminar se estudia la vía aérea del paciente, en el interior de una cabina insonorizada. Después de colocar unos auriculares sobre sus oídos, determina cuál es el umbral de audición. Siempre se empieza por el oído sano. El método consiste en la emisión de sonidos puros, con un rango de frecuencias entre 125 y 8.000 HZ. Los sonidos, de diferente intensidad, llegan al oído en intervalos de 5 dB, con un tope de 120 dB, en el caso de la conducción aérea. En el caso de la ósea, es de entre 40-70 dB. La primera frecuencia a determinar es la de los 1.000 Hz. A continuación, el especialista prosigue hacia las más agudas y termina en las graves. La estimulación se inicia con intensidades débiles, hasta que el paciente confirma la escucha mediante una señal convenida. La precisión de este método ascendente es superior a la que se obtiene mediante la disminución progresiva de la intensidad. A continuación, se lleva a cabo la estimulación de la vía ósea. Para ello, se sustituyen los auriculares por un vibrador, que se coloca sobre la piel, detrás del oído.
Para interpretar correctamente la audiometría, El profesional de la audición debe considerar tanto los umbrales auditivos, con el fin de cuantificar la función auditiva, como la comparación de umbrales obtenidos mediante la estimulación de ambas vías, con el fin de clasificar la posible hipoacusia anatómicamente (transmisiva o perceptiva) y conocer las diferencias interaurales en los registros obtenidos.
En la gráfica audiométrica, o audiograma, en la parte izquierda de la audiometría se representa el volumen, en decibelios (indica la intensidad del sonido), y va desde -10dB a 120dB. En la parte superior se representa la frecuencia (tono del sonido), medida en hertzios. Va de 125 (más baja, frecuencias graves) a 8000 Hz (más alta, frecuencias agudas).
¿Cómo se interpreta una audiometría?
Las hipoacusias pueden clasificarse de acuerdo con varios criterios, como hemos comentado con anterioridad en este blog. En función de su localización anatómica pueden ser Hipoacusias de transmisión, producidas por lesión del complejo tímpano-osicular. En ellas, el trazado de la vía ósea es horizontal, manteniéndose entre 0 y 20 dB, mientras que el trazado de la vía aérea desciende, separándose de la vía ósea más de 30 dB en tres o más frecuencias consecutivas; Hipoacusias neurosensoriales, por lesión del oído interno. En este caso, el trazado de ambas curvas permanece junto y paralelo, pero la vía ósea desciende en todo o parte de su recorrido por debajo de los 20 dB arrastrando con ella a la vía aérea; Hipoacusias mixtas, con lesión en ambos niveles. En esta última, ambos trazados están separados como en una hipoacusia de transmisión y además la vía ósea desciende por debajo de los 20 dB como en una hipoacusia neurosensorial.
Con la Audiometría Tonal Subliminar el profesional de la audición estudia estímulos sonoros de mayor intensidad que el umbral auditivo del paciente para valorar distorsiones sonoras y determinar dónde está el daño, en los trastornos auditivos neurosensoriales.
Con la logoaudiometría, o audiometría verbal, el especialista emite listas de palabras, fonéticamente equilibradas a diferentes intensidades, con el fin de determinar la curva de inteligibilidad del paciente. Esa curva se traslada a en una gráfica con dos ejes. El de las ordenadas muestra el porcentaje de palabras o fonemas comprendidos. El de las abscisas, la intensidad a la que se han hecho escuchar. La logoaudiometría es, por resumirlo en una frase, el indicador de la audición social del sujeto. La duración aproximada de la prueba es de 15-20 minutos, aunque al exigir la colaboración del paciente el tiempo de realización es mayor en función de su colaboración.
Interpretación de la logoaudiometría
Cuando se pronuncian palabras a intensidades crecientes, el receptor pasa por tres fases, que el profesional de la audición debe interpretar y reflejar: llega al umbral de la detectabilidad cuando oye la palabra, pero no alcanza a reconocerlo; llega al umbral de audibilidad: oye el sonido, pero no capta el significado; llega al umbral de inteligibilidad, que es el más importante: oye y comprende.
Me parece fascinante todo lo que se puede saber de esta prueba
Gran articulo