Bruxismo y dolor de oídos. El bruxismo es la tendencia de algunas personas a apretar fuertemente los dientes y hacerlos rechinar deslizando la mandíbula y frotando la parte superior de la dentadura con la inferior. Este hábito involuntario puede darse durante el día pero aparece predominantemente por la noche durante el sueño, y puede tener desagradables consecuencias.
Bruxismo y dolor de oídos. La articulación temporomandibular (ATM), responsable de abrir y cerrar la boca, es la articulación más compleja y utilizada del cuerpo. Gracias a ella, la mandíbula se articula con el hueso temporal del cráneo a ambos lados de la cabeza, justo delante de los oídos. La ATM se utiliza en funciones esenciales para ser humano como son masticar, hablar, tragar o bostezar, y al estar insertada tan cerca del oído cualquier trastorno que sufra puede incidir directamente en nuestra salud auditiva.
Las alteraciones de la ATM tienden a generar problemas funcionales de distinta índole, como problemas musculares (contracturas en los músculos de cara y cuello), oclusales (apretar o rechinar los dientes) y óticos (taponamiento de oídos, vértigos y acúfenos)
En las personas que padecen bruxismo, al apretar los dientes y contraer la musculatura de la mandíbula de forma desmesurada, tanto en tiempo como en intensidad, pueden aparecer distintos síntomas:
- Dolor y ruidos en la propia articulación, con chasquidos que se perciben desde los oídos al mover la mandíbula.
- Desgaste, fracturas y sensibilidad dental.
- Contracturas en la musculatura de la masticación.
- Dolor orofacial crónico
- Migrañas y dolores de cabeza.
- Dolor de oídos, que en ocasiones pueden llegar a ser muy intenso.
Debido a que las estructuras de la articulación tempocomandibular están muy cerca del conductor auditivo externo y a que el dolor se puede percibir en un lugar diferente al de su fuente, en muchas ocasiones el bruxismo deriva en intensos dolores de cabeza y de oídos por, lo que se denomina, dolor irradiado.
El bruxismo es más frecuente durante la niñez y la adolescencia con una prevalencia de entre el 12 y el 15% de los niños y adolescentes. A lo largo de los años se va reduciendo y solo el 8% de los adultos lo padece.
Hay una serie de factores que predisponen a padecer este trastorno, entre los cuales se encuentran el estrés y la ansiedad.
Para eliminar el dolor de oídos provocado por el bruxismo hay que atajar este último. El tratamiento debe ser individualizado, ya que presenta distintos síntomas según la persona. Si el estrés es la causa, es conveniente practicar ejercicios de relajación o terapias antiestrés. También se puede actuar sobre el dolor con relajantes musculares, y utilizando férulas de descarga que se colocan en la boca por la noche, y además de proteger los dientes, ayudan a aliviar la tensión de la mandíbula.
No obstante, para hacer un diagnóstico correcto, primero se deben descartar otras causas del dolor como las infecciones de oído. Además, se recomienda efectuar revisiones auditivas periódicas para comprobar que el bruxismo no afecta la salud auditiva del paciente. Por supuesto, los profesionales de Beltone siempre están a su disposición para cuidar de su salud auditiva, realizando las revisiones necesarias y asesorándole.