Curiosidades del oído. El oído es un sentido tan curioso como desconocido. Esconde curiosidades que nos hacen comprender que estamos ante un sentido muy complejo. Estas son diez curiosidades que quizá no conocías y te sorprenderán.
- Tenemos equilibrio gracias al oído
El centro del equilibrio reside en nuestro oído. Concretamente, el oído interno es el encargado de que mantengamos el equilibrio. Por eso, en ocasiones, los vértigos que sentimos tienen su origen en un problema en el sistema auditivo.
- El hueso más duro y el más pequeño está en el oído
El hueso más duro de todo el cuerpo lo encontramos en el oído. Es el hueso temporal, cuya principal función es proteger el oído interno. Pero también en el oído encontramos el hueso más pequeño de entre todos los que poseemos. Es el estribo o estapedio, está situado en el oído medio y tiene una longitud que oscila entre los 2,5 y los 3 milímetros.
- Las orejas nunca dejan de crecer
A diferencia de los ojos, que se mantienen siempre al mismo tamaño, la nariz y las orejas continúan creciendo, aunque lentamente, a lo largo de nuestra vida. Esta es la razón por la que muchas personas mayores las tienen tan grandes.
- El oído nunca descansa
El oído es un sentido que no podemos pausar, ni siquiera cuando dormimos. Lo que hace el cerebro es inhibir los sonidos para que podamos descansar, pero si se produce un ruido fuerte cerca de nosotros el oído nos avisa para que podamos ponernos en alerta y reaccionar adecuadamente.
- Algunos sonidos nos resultan molestos
Algunos sonidos resultan molestos a un gran número de personas. Entre ellos se encuentran la fricción de un cuchillo contra un cristal o un plato de loza, el sonido agudo que produce una tiza en una pizarra o un arañazo en la misma, los taladros eléctricos, el llanto de un bebé, las arcadas de una persona al vomitar o el chirrido de una puerta cuando tiene las bisagras oxidadas.
- Determinados sonidos nos pueden relajar
Los aplausos, la risa de un niño, las olas o el agua fluyendo son sonidos que asociamos con sensaciones placenteras, por lo que nos resultan agradables y en algunos casos hasta relajantes.
- Hay alimentos nos ayudan a oír mejor
Todos los alimentos que llevan ácidos grasos Omega 3, como el atún o el salmón, contribuirán a reforzar los vasos sanguíneos del oído interno. Además, los vegetales de hojas verdes, como las espinacas, son beneficiosos para prevenir problemas auditivos. Por el contrario, las personas con problemas de colesterol y con triglicéridos altos son más propensas a tener problemas de oído.
- Cada oído nos sirve para una función
Con el oído derecho reconocemos mejor los sonidos propios del habla, mientras que con el izquierdo percibimos mejor las notas musicales.
- Oído y sabor están relacionados
Una parte del tímpano permite la conexión entre la lengua y el cerebro. Por tanto, el oído nos influye a la hora de saborear los alimentos. Por esta razón, algunas enfermedades o intervenciones quirúrgicas en el oído pueden alterar los sabores de las comidas.
- La forma de la oreja no es casual
La oreja, con sus pliegues y su peculiar estructura, tiene la forma perfecta para captar los sonidos con mayor facilidad y conducir las ondas sonoras hasta el tímpano. Después, se transformarán en impulsos eléctricos que llegarán hasta nuestro cerebro.